¡ Recuerde! Su precaución puede salvar su vida y la
de los imprudentes.
De conformidad con lo anterior, no se justifica que un conductor argumente
que el accidente se produjo porque él no se imaginaba, que el otro
conductor haría una maniobra inesperada. Resumiendo podemos decir
que quien conduce a la defensiva debe: ESPERAR TODO, IMAGINARSE TODO,
SUPONERSE TODO.
a) Sí mismo: Cuando se considera un conductor experto, de gran
habilidad, y se hace alarde de no haber tenido accidentes , el accidente,
pero no tuvo la habilidad de haber evitado el accidente, responsabilizando
del mismo al otro conductor o a su vehículo, que a última
hora le falló.
Son todas aquellas condiciones que tiene el conductor en su contra al guiar su vehículo, tales como: Condiciones del vehículo:
Conducir es una labor que requiere que la persona que lo haga se mantenga en buenas condiciones físicas y mentales. Debe tenerse presente que lo que más afecta el buen estado físico del conductor son los problemas de visibilidad, a causa de problemas visuales en el conductor. Debe tenerse presente que en la conducción intervienen los procesos de:
También la condición física del conductor puede verse afectada por la fatiga, la que origina el sueño, que también puede ser causado por contaminación o intoxicación (gases provenientes del motor), o bien por drogas. Conviene en esta oportunidad hacer la aclaración de que drogas no sólo son los alucinógenos, sino también todo preparado farmacológico. Así entonces debe tenerse cuidado con medicamentos prescritos por el médico, tales como:
en un peligro de la cartera. Dentro de ellas podemos citar las siguientes: El exhibicionismo: Al conducir, los exhibicionistas tratan de demostrar habilidades poco corrientes, con las cuales quieren llamar la atención de otras personas (conducir con una mano, manejar a altas velocidades, hacer ruido con bocinas o pitos, quitar el silenciador, etc.). Evite usted imitar a estos conductores, recuerde que los circos son para los payasos, y las carreteras para los buenos conductores. Temeridad: El conductor temerario es audaz, atrevido y se arriesga imprudente e irresponsablemente. También se encuentra con frecuencia esta característica en el comportamiento de los jóvenes. Tanto en jóvenes como en adultos esta actitud se acentúa más por efecto del licor. Conduzca con calma: "vale más perder un minuto en la vida, que la vida en un minuto" Negligencia: Se presenta en los conductores descuidados, perezosos, quienes no revisan sus vehículos, no se concentran en la conducción, y guían con descuido olvidándose de que el Artículo 84 de la Ley de tránsito dice: "... y de modo general es prohibido conducir un vehículo descuidadamente, con desprecio de los derechos y seguridad de los demás, o sin la debida prudencia, o de tal manera que se ponga en peligro la seguridad del mismo vehículo, de otros, o ¿Cuántas veces le han estado hablando, y usted no ha escuchado lo que le dicen? Estaba distraído de las personas o bienes". Cólera: Un conductor colérico, sufre una alteración en su conducta normal, se torna agresivo y peligroso, y se transforma en una máquina de muerte, cuando está apresurado y se encuentra con el paso cerrado por otros vehículos, o con espacios ajustados y difíciles. Como reacción irrespeta las disposiciones de la Ley y reglamentos, así como la vida y el derecho ajeno. La cólera puede tener muchos orígenes, pero sin importar de dónde provengan, siempre causará problemas en la carretera. La Distracción: Es la fijación en la mente de una idea o cosa que la aparta del objeto al que debía aplicarse. Es bien sabido, y probado está, que un conductor puede llevar su vista fija en la vía, y sus acompañantes tienen la sensación de que está muy atento a todo lo que está sucediendo en la vía, pero en realidad su mente está muy lejos de la carretera. Cuántas veces están en la carretera, pero un simple pensamiento nos aleja de la carretera por fracciones de segundo; en esa fracción podría haber ocurrido un accidente. El conductor distraído, puede estar pensando en problemas o compromisos económicos, o problemas personales o familiares, o del trabajo, los que constituyen una desviación de su foco de atención. Abandona así la conducción con concentración mental y lo hace en forma automatizada, y cuando se requiere pensar y actuar, se hace tardíamente porque su mente está ocupada en otro asunto. Estas son las reglas para mantener la atención:
Distracciones al Conducir:
Esta actitud conduce a accidentes. El conductor ligero se caracteriza por:
Esta es otra actitud parecida a la anterior, y se distingue por:
La susceptibilidad: El conductor susceptible es delicado, se molesta por cualquier cosa,
y su conducta se altera, convirtiéndose hasta en agresivo.
La agresividad: Proviene de un desorden de la conducta. Adelanta por la derecha, corta el paso, suena la bocina, hace señales insultantes, grita e insulta. Este tipo de conducta se presenta también cuando la persona ha tenido un disgusto en su hogar o en el trabajo, y descarga su ira contra otras personas. El conductor joven se torna agresivo. El doctor Need Willar, en un artículo especial para la Revista Salud Mundial, de la OMS, refiriéndose a la cantidad de accidentes en conductores jóvenes dice: "Los conductores jóvenes, principales causantes de accidentes, buscan un modo de afirmar su personalidad, y creen haberla encontrado en la potencia de su vehículo (automóvil o motocicleta). Esa afirmación se convierte fácilmente en actitud agresiva al conducir. A pesar de que en la noche conducen menos personas, en ese horario suceden más accidentes que en el día. Al caer la tarde y durante la noche ocurren aproximadamente el 80% de los accidentes registrados durante las 24 horas. Si bien es cierto que no es lo mismo conducir de día que de noche, hay conductores que no se dan cuenta de la diferencia, y conducen en la noche en la misma forma en que lo hacen durante el día. Básicamente la conducción nocturna depende de:
Debe mantenerse a la mitad de la que se usa en el día, y si está
lloviendo debe reducirse aún más, dentro del proceso de adaptación.
La velocidad debe estar en relación con el alcance del cono de luz
y el tiempo que se tarda en recorrer ese espacio.
Visibilidad: En la noche se ve el 50% de lo que puede verse en el día. Los peatones se ven menos en la noche, especialmente si no llevan ropas claras. Si usted tiene problemas de visión nada más que en la noche, eso indica que usted debe abstenerse a conducir en la noche, puesto que padece la ceguera nocturna. Evite mirar directamente al lado izquierdo cuando venga otro vehículo en sentido contrario que traiga luces altas y largas. Así usted no será deslumbrado o encandilado, lo que le provoca una pérdida momentánea de visión que dura fracciones de segundo, conocidas como tiempo de recuperación. Este tiempo en personas jóvenes es muy corto, en tanto que para los conductores entrados en años es mucho mayor. No debe perderse de vista que durante el tiempo de recuperación el vehículo está en movimiento, lo que constituye un eminente peligro. El Artículo 94 obliga a encender las luces de las 18 horas hasta
las 6 horas. Desde luego, se deben encender a cualquier hora si hubiere
algún problema natural que afecte la visibilidad. También
pueden aplicarle el Artículo 84 (conducción descuidada y
peligrosa) si conduce sin luces.
Iluminación: Es también muy importante tomar en cuenta la iluminación de la vía. En Costa Rica son muy pocas las vías que tienen una iluminación regular. Los cambios que se producen en las carreteras al entrar o salir de un túnel, o en las ciudades con los rótulos luminosos influyen mucho en la iluminación, y en especial de la percepción de objetos o personas próximas a la vía. La iluminación del vehículo es importante. Usted debe indicar su presencia en la carretera en todo momento: circulando o bien estacionado, como luego lo explicaremos. Debe bajar las luces al cruzar con otro vehículo, o bien cuando usted lo sigue. Los focos de su vehículo deben estar bien alineados. Las luces altas se usan cuando se conduce en carretera abierta, y no haya vehículos cerca. Aún con buena iluminación usted debe reducir la velocidad. Recuerde usar luces bajas cuando tenga de frente a otro vehículo, o circule por la ciudad, o cuando esté siguiendo a otro vehículo. Estacionamiento nocturno:
Lluvia: La lluvia constituye un verdadero y grave problema para el conductor, y es una de las condiciones adversas contra la cual tiene que enfrentarse durante la conducción. Diferentes situaciones frente a la lluvia:
Al caer las primeras gotas de agua sobre la vía, forman una masa
en extremo deslizante, una capa altamente resbaladiza. Sobre la cual pierden
la adherencia las mejores llantas. Cuando el piso de la calzada o vía
está mojado, hay más probabilidades de patinar que cuando
está seco. Con llantas en buen estado, la pérdida de adherencia
puede disminuir en un 50%. De ahí la importancia de andar siempre
con buenas llantas, especialmente en países lluviosos como el nuestro.
¿Qué hacer? Frente a la posibilidad de patinar debe reducirse la velocidad, andar
con buenas llantas, no importa la marca, lo importante es el estado de
las mismas. En caso de patinazo debe virarse las llantas en el sentido
o dirección del patinazo.
Inundaciones: Si hay agua en la vía a causa de una inundación, usted debe seguir las siguientes recomendaciones:
Existen varios tipos de neblina: la ligera y densa; la espesa e impenetrable.
Es necesario tener presente el factor básico -no importa el tipo
de neblina- de encender las luces, no para ver, sino para que nos vean.
Así entonces frente a la conducción con neblina ésta
debe ser la principal regla: REDUCIR LA VELOCIDAD Y ENCENDER LAS LUCES.
Neblina espesa: Cuando la neblina es muy espesa, la circulación es muy comprometida
si no se usan los focos antineblina. El problema de la reflectividad de
la neblina, o sea del rechazo de la luz de su vehículo por la neblina,
se debe a que ésta se encuentra formada por una cantidad de pequeñísimas
gotas que son las que rechazan la luz, la cual regresa directamente hacia
los ojos del conductor. En estos casos la luz corta es más eficaz
que la luz larga. La ventaja de la luz amarilla o focos antineblina es
que los focos o faros están situados debajo de los focos corrientes,
lo que les permite penetrar la neblina con más facilidad.
Para su estudio se clasifican en dos tipos:
ARTICULO 91.- Se prohibe a los vehículos circular por
el carril izquierdo de la calzada, cuando el centro de ésta sea
una línea continua, de color amarillo o blanco, que indique que
es peligroso pasar adelante a otro vehículo. Igualmente se prohibe
circular en medio de dos carriles de una calle o carretera, o detener un
vehículo sobre una línea demarcadora de la calle o carretera,
con excepción hecha de los casos de emergencia comprobados.
Peralte o Super-elevación: Para contrarrestar la fuerza centrífuga, también se acude
al peralte o super-elevación. Consiste en levantar un lado de la
calzada aun nivel ligeramente mayor que el lado de la curva.
Pendientes: Son curvas verticales. Antes de llegar a la pendiente, encontramos el aviso o señal preventiva que nos informa de ella: Al ver esta señal se debe proceder a reducir la velocidad y a compresionar. Siempre debe hacerse antes de tomar la pendiente. No se debe descender una pendiente a partir de frenos. El uso continuo provoca el calentamiento. Al subir una pendiente, se debe evitar que el motor se agote. Un cambio a última hora puede dañar el motor. Al detenerse en una pendiente, no se ofusque. Ponga su vehículo en neutro y deténgalo con freno de pedal. Si luego va a continuar ascendiendo, coloque el cambio fuerte y adecuado, primera o segunda, mantenga el clutch o embrague metido, y al quitar el pie del freno inmediatamente coloque el acelerador, y a la vez va sacando poco a poco el pedal de embrague en forma suave y que usted note que el vehículo está avanzando. Repita tantas veces como sea necesario esta maniobra hasta dominarla. |